La Conselleria d'Obres Públiques del Govern rechaza la instalación de bandas sonoras en la nueva variante de Santa Eulària para controlar la velocidad de los vehículos. El Ayuntamiento de Santa Eulària ha hecho esta solicitud en dos ocasiones tanto al Govern, que es quien tiene las competencias de esta vía, como al Consell Insular.
La Conselleria d'Obres Públiques mantiene que las bandas causan muchas molestias de ruido a los vecinos que viven en la zona y que el problema del exceso de velocidad (en el tramo urbano que va del colegio hasta la guardería en el desvío de sa Rota existe la limitación de velocidad de 50 km/h) atañe a la Policía Municipal. Afirma, además, que los pasos de cebra instalados frente a la escuelas resultan efectivos, al igual que sucede en el resto de escuelas de Balears.
Eso sí, el Govern asegura en una carta remitida al Consistorio que instalará las bandas reductoras con pintura vial en las zonas previstas por la empresa constructora. El Ayuntamiento de Santa Eulària informó en el pleno del viernes del rechazo del Govern a instalar estas bandas sonoras a raíz de que la concejala de Els Verds presentara una moción de urgencia sobre la señalización en la calle Margarita Ankerman (tramo urbano de la variante) en la entrada y salida del camino que accede al club parroquial, donde se ha habilitado un aula provisional de educación infantil.
La edil ecologista pedía en su propuesta la instalación de bandas sonoras y la colocación de más señales verticales (Despacio escuelas) de reducción de velocidad. De todos modos, el alcalde Vicent Guasch no quiso que el pleno discutiera esta moción. «Se acepta, es igual, que más da. Así queda claro lo que hemos hecho», dijo al principio. El Pacte, por su parte, no puso objección alguna a ello, aunque no entendía la urgencia («no es evidente», señaló) de la moción. Pero al final el alcalde cambió de parecer y dio carpetazo al asunto de un plumazo: «Fuera se ha acabado», zanjó Vicent Guasch.