La Policía Municipal de Eivissa desalojó ayer a dos hombres que okupaban el inmueble número dos de la calle Bonaire, en sa Penya, para que hoy, si no hay más contratiempos, la empresa Díaz e Hito comience a a echar abajo la casa. Este será el primer derrumbe de las casas en ruina del barrio que acometerá el Ayuntamiento de Eivissa, a través del Consorcio Patrimonio de la Humanidad.
La demolición de este inmueble debía comenzar ayer, pero los operarios no esperaban encontrar la casa habitada por una persona. El pasado jueves ya se desalojó la vivienda y se echó un candado nuevo para evitar su okupación. De todos modos, apareció poco después un segundo hombre que mantenía que en la casa aún había la ropa de su hermana y que tenía el visto bueno del propietario para residir en ella. Son muchas las viviendas del barrio que son okupadas sin permiso, por lo que los propietarios se ven obligados a tapiar las puertas de entrada.
La empresa eléctrica Gesa tiene que soterrar el cableado que pasa por la fachada del edificio, pero para evitar más demoras retirará el tendido provisionalmente (estaba previsto que lo hiciera ayer por la tarde) para que hoy los trabajadores ya puedan empezar a desmantelar el edificio. Dada la estrechez de la calle, el derrumbe se llevará a cabo a mano sin la ayuda de maquinaria pesada.
El Ayuntamiento de Eivissa levantará después una nueva casa en este solar que pondrá a disposición de servicios sociales para que puedan alojarse familias afectadas por el derribo de otras casas del barrio que tienen un expediente de ruina o bien por la ejecución del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri).