El Consell Insular propone al Gobierno central que adapte la pista de rodadura del aeropuerto para que pueda ser utilizada en casos de emergencia como pista de contingencia y evitar así la ampliación del perímetro actual del aeródromo.
El Pacte sugiere esta alternativa a Fomento ya que entiende que la ampliación de las instalaciones aeroportuarias supone «un elevado coste ambiental y social ya que afecta al espacio protegido del parque natural de ses Salines e implica procesos de inestabilidad ambiental del conjunto del territorio insular».
El Consell ha presentado ante la dirección general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente otras tres medidas correctoras al proyecto inicial de Fomento para evitar el impacto descrito. Por un lado, reclama la evaluación de la conveniencia de acometer la remodelación de la terminal y la zona de parking de vehículos y autocares que no implique un incremento de la superficie de ocupación.
Pide, además, otra valoración de la necesidad de ampliar la plataforma de aviación comercial, pero que en todo caso no se haga hacia la zona de protección periférica del parque natural en el sector noroeste, y, por último, demanda reubicar la zona de estacionamiento aislado, proyectada por Fomento, con tal de evitar los impactos sobre elementos naturales de ses Salines y, como ya ha remarcado antes, impedir la ocupación de la franja de protección del parque.
El Pacte Progressista quiere evitar a toda costa la ocupación de esta franja limítrofe con el área natural de ses Salines, que a su vez también está protegida por la Directiva Hábitats de la Comunidad Europea y se incluye en una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), de acuerdo con la Directiva Aves de la Unión Europea. El Consell tampoco deja de lado el impacto socioeconómico que provoca el proyecto de ampliación del aeropuerto al invadir propiedades privadas, así como la posible alteración de la cuenca hídrica de la zona, especialmente el torrente de sa Font.