C. A. / R.L.
El hospital Can Misses ha abierto ya la planta reformada de
Maternidad después de varios meses de retraso a los planes
inicialmente previstos por el IB-Salut ya que se esperaba que
acabaran a finales del verano. De este modo, Maternidad vuelve de
nuevo a la planta baja. Durante las obras, que empezaron a mediados
de abril de 2002, este servicio permaneció temporalmente en la
tercera planta.
Los paritorios, nuevamente reformados ya que en las primeras actuaciones realizadas hubo una serie de deficiencias, se encuentran a pleno rendimiento en la primera planta del edificio, junto al bloque quirúrgico. El IB-Salut, a través de una nota de prensa, dio ayer a conocer la finalización de las obras «que han permitido mejorar las condiciones de este espacio y redundarán en una mejora de la calidad de la estancia de las pacientes atendidas por el servicio de tocoginecología».
De este modo, las habitaciones de Maternidad dispondrán de una ducha al ganar espacio existente entre las habitaciones para los baños de los recién nacidos, ya que antes había duchas comunes. Las antiguas habitaciones no disponían de aseos en cada una de las habitaciones. El coste de las obras ha sido de 600.000 euros.
Tras la entrega de las obras de Maternidad, el IB-Salut tendrá que realizar las obras pendientes de 2002: diálisis y bloque quirúrgico. La Gerencia tenía asignadas unas partidas presupuestarias el año pasado, cada una de 610.000 euros, para la reforma de diálisis, que se encuentra en condiciones precarias en la planta baja junto a urgencias; y la reforma del bloque quirúrgico, que contempla la construcción de dos nuevos quirófanos más para el hospital.