Aunque la plaza de la parroquia de la localidad de Santa Agnès, que
ayer celebraba su día grande, no estaba, como se suele decir,
'abarrotada', quienes se animaron o pudieron escapar de las
obligaciones laborales para acercarse hasta este pueblo en fiesta,
disfrutaron sinceramente de la jornada.
El fuerte viento que azotó la isla se dejó notar en Santa Agnès a
través de muchos pequeños pormenores: los juguetes que se vendían
en los puestos instalados en la plaza rodaban continuamente por el
suelo mientras el propietario corría tras ellos, y el pendón que
uno de los fieles portaba durante la procesión se extendía mucho
más espectacular que nunca; pero aún así, los vecinos que rodeaban
la iglesia disfrutaron del sol que lució durante toda la mañana.
Tras la misa, oficiada por el obispo Agustín Cortés Soriano, Santa
Agnès y el resto de los santos salieron en procesión, pero lo
hicieron por la puerta trasera, un detalle que cogió por sorpresa a
quienes esperaban ante la salida principal y tuvieron que
apresurarse para unirse a la comitiva.
Un nutrido grupo de representantes políticos, entre los que se
contaban el conseller d' Urbanisme, Josep Marí Ribas, el portavoz
del Pacto en Sant Antoni, Joan Marí Serra, la siempre presente
directora insular de la Administración General del Estado, Marienna
Sánchez Jaúregui, o los populares Pere Palau y Josep Joan Cardona.
La tranquilidad que transmite un lugar tan apartado como Santa
Agnès de Corona parecía reflejarse incluso en el sonido de las
campanas, mucho más suave y mitigado que el de otras parroquias. Y
es que si esta celebración no congregó ayer a un mayor número de
personas fue, en parte, debido a que a pesar de la festividad, en
el resto de municipios era un día laborable. Una circunstancia que
creó algunos obstáculos a la hora de organizar los actos
tradicionales porque no se encontraban los suficientes miembros de
una misma colla que pudiesen acudir a la cita. «Al final hemos
venido unos cuantos de cada uno de los grupos de baile del
municipio de Sant Antoni», explicó uno de los bailarines. Miembros
de la Colla de Sant Rafel, la de Can Bonet, el Grup Brisas de
Portmany y la Colla de Buscastell fueron finalmente los que se
encargaron de hacer la actuación a la entrada del pueblo. «Ha
estado bien, así nos encontramos y estamos todos juntos», decía uno
de los bailarines. Tras una extensa demostración el baile terminó
con la salida de dos vecinos espontáneos que demostraron que no es
necesario vestir el traje típico para rescatar una tradición. Tras
los buñuelos y el vino la gente comenzó a dispersarse, aunque la
fiesta continuó por la tarde con la música de la Orquesta Es Riu y
una traca de fuegos artificiales.
Sara Yturriaga
Homenaje a Santa Agnés
La localidad de Corona acogió, en una jornada ventosa, un encuentro recogido y tradicional