La Conselleria balear de Medi Ambient ha comenzado a repoblar la finca de Can Carabassó, dentro de los límites del Parque Natural de ses Salines, que hace dos años fue objeto de una tala masiva de sabinas y pinos. La actuación comenzó el pasado lunes y en ella participa personal del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat).
La repoblación afecta a 1'5 hectáreas, donde se actuará manualmente hasta que se logre una densidad de unas 600 plantas por hectárea. También se incluye la plantación de 27 matas por hectárea.
El perímetro de la zona será vallado para impedir el acceso y permitir de esa manera que los árboles puedan crecer sin problemas.
La tala de 66 pinos, 61 sabinas y sotobosque fue denunciada por la Guardería Forestal y concluyó con una sentencia en la que se impuso una elevada multa con la que ahora se sufraga el coste de la operación.
Para restaurar toda la superficie se ha elaborado un proyecto cuyos objetivos son que el lugar recupere el estado inicial, fomentar la diversidad biológica, acelerar la sucesión vegetal y mejorar el hábitat para la vida silvestre.
Las especies arbóreas que se plantarán en Can Carabassó son el pino blanco y la sabina. Como arbustos sólo se introducirá la mata (Pistacea lentiscus), pues «otras especies de matojos ya colonizan la parcela de forma natural y en poco tiempo», según se alega en una nota de prensa remitida por Medi Ambient. En la actualidad ya hay esparragueras e hinojo en las casi dos hectáreas en las que se interviene, que se encuentran próximas al aparcamiento cuya puesta en funcionamiento levantó una agria polémica a finales del pasado verano.
La sentencia que condenó la tala fue la primera que se producía en las Pitiüses por un delito de daños contra el medio ambiente.