La compra de la vivienda es una de las decisiones más importantes, por sus implicaciones económicas. También es uno de los temas que más quebraderos de cabeza da a los consumidores. Prueba de ello es que la Oficina Insular de Información y Atención al Consumidor recibió en 2002 un total de 207 consultas sobre este tema, uno de los grupos más numerosos de reclamaciones junto con las relacionadas con alquileres.
La mayoría de las quejas que entran en consumo se deben a la supuesta dejadez de promotores y constructores a la hora de atender alguna queja o reclamación del comprador respecto a problemas con la vivienda. Normalmente tienen dificultades en la localización del supuesto responsable de resolver los problemas una vez que han comprado. Los consumidores pitiusos resumen la situación con una frase que parece repetirse: «Cuando cobran ya no les ves más»
Un dato muy importante y que supone una llamada de atención al consumidor es que la mayoría de las reclamaciones se hubiesen podido evitar en el proceso de compra si el consumidor hubiera tenido una adecuada información sobre los trámites de compra-venta. En este sentido recalcan que los compradores de vivienda tienen derecho a información completa respecto este trámite antes de iniciar el proceso de la compra. Deben tener acceso a documentación completa suscrita por el vendedor respecto a instalaciones, suministros y materiales. Claridad, también, con respecto a la cédula de habitabilidad y boletines del instalador autorizado y un manual de uso y mantenimiento de la vivienda y de sus elementos, así como garantías e instrucciones de los aparatos de uso doméstico instalados por el constructor y que forman parte del piso o la casa.
En la oficina del consumidor aclaran que lo que ellos tramitan son las quejas de los consumidores y no la versión del denunciado ni el dictamen de arbitraje de consumo. El informe que se cita recoge todas las denuncias, tanto las que salen a favor del demandante como las que no.