Será la cuarta vez que el Consistorio manifiesta por escrito a la Conselleria de la verde Margalida Rosselló los serios daños que las obras están provocando en la red viaria y en las propiedades de los vecinos. Las tres anteriores no hubo respuesta, según subrayó ayer el alcalde, Vicent Guasch, en el pleno de la Corporación.
El estudio ha sido realizado por un ingeniero independiente y en él se advierte de que las zanjas se están rellenando de manera chapucera, por lo que lo más probable es que las tuberías se rompan por efecto de la presión del tráfico rodado. Algunas zonas ya se están asfaltando, pero «sin compactar la tierra», indicó el alcalde: «Es evidente que de la manera como lo están haciendo se hundirá el terreno», auguró.
Vicent Guasch considera que la Conselleria balear de Medi Ambient «debería multar a la empresa» que ejecuta esos trabajos, ACS. La propuesta de enviar ese informe al Govern, que partió del equipo de Gobierno, contó con la aprobación de todo el pleno, incluso de la ex edil progresista y miembro de Els Verds Estela Bence.
Por su parte, el director general de Recursos Hídricos, Antonio Rodríguez, aseguró que la obra «no se recepcionará ni se pagará» hasta que ACS no haya reparado todos los daños que ha producido. Rodríguez explicó que la mayoría de los caminos en los que se abrieron zanjas para introducir las canalizaciones no ha podido ser asfaltada debido a la lluvia caída durante los últimos meses. Respecto al estado de las obras en Puig d'en Valls dijo que aún no han sido concluidas para que el concesionario de aguas local pueda introducir unas tuberías.En la Conselleria se han recibido denuncias de vecinos afectados, pero Rodríguez estima que «por lo que se ve en las fotos que han remitido, es poca cosa; seguro que se arreglará».