La interconexión de las desaladoras de la isla (30 kilómetros de canalización) estará lista en cuestión de semanas. La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, que ayer inspeccionó in situ el desarrollo de las obras, anunció que sólo resta un tramo de 200 metros de tubería, próximo a la conexión con la planta desaladora de Eivissa.
La empresa constructora tiene muchas dificultades para reparar las vías por donde se entierra la canalización por el déficit de asfalto en la isla. Los ayuntamientos de Sant Antoni y Sant Eulària han presentado sus quejas ante la Conselleria de Medi Ambient por el estado en que están quedando las vías por donde transcurre la canalización. «Hay muchas dificultades para disponer de asfalto, por lo que incluso se está haciendo a mano», aseguró Margalida Rosselló.
La consellera de Medi Ambient pidió «disculpas» por todas las molestias que están provocando estas obras, acentuadas por la falta de asfalto. «La demanda de aglomerado asfáltico supera la producción de la única planta que hay en la isla. Hay prioridades y nosotros estamos a la cola», indicó, por su parte, el director general de Recursos Hídricos, Antonio Rodríguez Perea.
Las pruebas de presión de la tubería realizadas hasta ahora han dado buenos resultados, según explicó Antonio Rodríguez. El depósito de Sant Rafel, que regulará el caudal de agua, no estará listo hasta abril o mayo. De todos modos, una vez estén instalados los últimos 200 metros de tubería, que es cuestión de semanas, se hará un by pass en el depósito para que el agua ya circule de Sant Antoni hasta Eivissa. «Queda un pequeño trámite, que es el permiso de Industria, pero esperamos que en los próximos días ya estará resuelto». El agua no podrá llegar a Santa Eulària hasta que el depósito no esté listo, aunque la tubería ya está instalada.