C .ALCÀNTARA / L. FERRER
La nueva residencia asistida de Santa Eulària cuenta con un
presupuesto de 6,5 millones de euros. La puesta en marcha de esta
residencia insular, cuya fecha de inicio de las obras no se ha
concretado, paliará la escasez de plazas residenciales para mayores
ya que Cas Serres, que se encuentra en un proceso de reorganización
como recordó ayer el Consell, tiene lista de espera y está al
límite de su capacidad.
La futura infraestructura sociosanitaria cuenta con tres plantas y una planta subterránea, que acogerá la unidad de atención de día con capacidad para 20 plazas. En la planta baja estará el club de jubilados y la unidad de psicogeriatría, con 20 plazas. La primera y segunda planta albergarán las 70 plazas de residencia asistida. Las habitaciones serán todas individuales, salvo ocho que serán dobles, con baño incorporado y terraza. Pese a que su ubicación es en Santa Eulària, los residentes del municipio no tendrán preferencia a la hora de disponer una plaza. Otra cuestión sin resolver es el coste para los usuarios.
La presidenta del Consell, Pilar Costa, explicó que esta nueva infraestructura «da cumplimiento a la ley de transferencias donde había un compromiso por parte del Govern de financiar una residencia de 90 plazas». Una vez que se tiene el proyecto, el siguiente paso es sacar a concurso público la construcción de las obras. «Espero que tengamos empresas constructuras que se presenten al concurso, porque alguna vez hemos tenido algún problema de falta de empresas», dijo la presidenta.
Pese a que no se sabe el inicio del comienzo de las obras, la presidenta aseguró que «el trabajo hecho hasta ahora ha sido muy costoso y se ha hecho lo más difícil, que es tener el proyecto, la firma del convenio con el Govern y la financiación».
Tras la presentación oficial del proyecto arquitectónico en el salón de plenos, el Consell tuvo una reunión con los miembros del Ayuntamiento de Santa Eulària para recoger su opinión acerca de este proyecto.