La feria turística ITB está dejando constancia de la delicada situación que atraviesan los principales proveedores de turistas a Balears. Coincidiendo con esta cita, tanto Thomas Cook como TUI han hecho una lectura de la situación que, sobre todo en el primer caso, supone un varapalo para Balears.
El grupo turístico alemán Thomas Cook gestionó el viaje a España de más de cinco millones de turistas durante 2002, de los que dos millones se desplazaron a Balears, otros dos a Canarias y 1,1 millones a la península, según informó ayer en Francfort el presidente del grupo, Stefan Pichler.
Según Pichler, la caída del mercado turístico en Balears se ha debido principalmente a la introducción de la ecotasa de un modo «muy poco profesional», además de los altos precios que presenta su mercado, no sólo en reservas hoteleras sino en servicios adicionales como bares y restaurantes o, incluso, en el precio de las hamacas de la playa. «El Govern balear debería volver a dar a los turistas la sensación de que son bienvenidos a través de campañas de imagen en los principales mercados europeos», señaló, e insistió en que los turistas seguirán cambiando Mallorca por otros destinos mediterráneos como, por ejemplo, Turquía si las vacaciones en la isla son un 20 por ciento más caras que en otros lugares. En este contexto, Pichler advirtió que las reservas de Thomas Cook en Baleares de cara al verano ya han caído entre un 30 y un 40 por ciento».
Thomas Cook registró unas pérdidas después de impuestos de 119,5 millones de euros (131,4 millones de dólares) en 2002.
Por su parte, el grupo turístico alemán TUI registra actualmente un descenso en las reservas para el año 2003 de entre el 3 y 4 por ciento respecto al pasado año, según indica su presidente, Michael Frenzel, en una entrevista en el semanario germano Stern.