La zona que el Consistorio piensa cubrir de asfalto va del parking rectangular situado detrás de la plaza de toros hasta el descampado de la calle Diputado José Ribas, siguiendo un recorrido en forma de «L». La pared que interrumpe el paso también se echará abajo. A cambio de la cesión, el Consistorio se hará cargo del pago de la contribución de la zona afectada, según explica el concejal de Urbanismo.
Boned calcula que en un plazo de una semana se cerrará oficialmente la cesión temporal de los terrenos para que de forma inmediata se pueda llevar a cabo el derribo de las casetas viejas y en desuso, así como el asfaltado del parking. Por el momento, en esta zona, situada en la Unidad de Actuación número 13 y calificada como urbana en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no hay ningún proyecto urbanístico en marcha. Esta área, además, no está afectada por el decreto de delimitación y protección de zonas húmedas del Govern, que ayer aprobó el Consell Balear del Agua, por lo que el Ayuntamiento no tiene ningún impedimento legal para llevar a cabo la obra.
Otra cosa es el parking de Pere Francès, que, según el decreto del Govern, es una zona húmeda rellenada y, como tal, tiene que devolverse a su estado anterior, es decir convertirlo de nuevo en un humedal con cañizo. El Consistorio mantiene su idea de asfaltar esta zona, tal y como prometió a los vecinos, aunque eso, según el Govern balear, vulnera la Ley de Aguas.