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Ocho días de clases de espontaneidad

Catorce estudiantes holandeses finalizan sus ocho días de estancia y convivencia con compañeros ibicencos del instituto Blanca Dona de Eivissa

Europa sin fronteras' es el lema del programa europeo de educación Comenius al que se acoge el IES Blanca Dona de Eivissa y su homólogo holandés, el Ulenhof College de Doetinchen. Precisamente desde el pasado sábado hasta hoy un grupo de dieciocho alumnos, nueve chicos y nueve chicas, acompañados de los profesores Sandra Niemeijer y Herman Mooy, han participado en el programa de intercambio en las aulas y domicilios de alumnos del Blanca Dona. «Se trata de estudiantes de 1º de Bachillerato de distintos grupos tanto en nuestro caso como en el del grupo de holandeses», explicó Neus Rovira, profesora de Inglés del centro ibicenco que, junto con Javier Castillón, profesor de Aplicaciones Informáticas, lleva el proyecto con quince alumnos del centro de Eivissa.

«Son alumnos del Ulenhof College de 1º de Bachillerato de distintas modalidades que han estado trabajando sobre el tema que Comenius ha dictado este curso que es el de 'Europa sin Fronteras' y han acabado de realizar el trabajo a lo largo de esta semana en horas lectivas en nuestro centro», resumió Rovira ayer en el polideportivo de Blanca Dona, escenario de varias actividades deportivas en las que participaron ibicencos y holandeses.

Ayer los jóvenes procedentes de los Países Bajos expusieron en las aulas del Blanca Dona las conclusiones del trabajo realizado en los últimos meses y en la última semana: unos murales sobre el maltrato a los animales y la mezcla de culturas, sus impresiones sobre los lugares que han conocido de la isla y una exhibición de pasodoble, baile que han aprendido en la última semana. «Ha sido una experiencia muy bonita y la recordaré siempre porque es la primera vez que viajo sin mi familia», señaló Emily en inglés que destacó el carácter «tan abierto» de la gente. «Nos habían contado que en Eivissa la gente estaba todo el día de fiesta, pero ahora hemos visto que no todo es así», confesó Meike, otra de las alumnas, que destacó el ritmo de vida tan diferente que se practica en la isla: «La gente lleva una vida más relajada que en Holanda». Ambas jóvenes regresarán hoy junto a sus profesores y compañeros a Doetinchen, localidad de la que proceden.
E.E.

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