El concejal de urbanismo del Consistorio de Formentera, José Ramón Mateos, propuso en el seno de las III Jornades de la COP medidas novedosas para agilizar el área municipal de urbanismo. Entre las propuestas formuladas por Mateos figura la posibilidad de «otorgar licencias con el proyecto básico con lo que se agilizaría el trámite y poder entregar los proyectos en soporte informático, que podría permitir -señaló Mateos-, que se enviaran por Internet de la misma manera que otros trámites pudieran hacerse a través de la red». Para Mateos, esta medida supondría la deslocalización de los técnicos que no estarían obligados a tener presencia física en la isla lo cual es un gran problema, señaló, para lo que se habilitaría la posibilidad de realizar consultas mediante webcam.
El máximo responsable de urbanismo indicó la necesidad de redefinir la normativa turística rural de Formentera cambiando el valor unidad/hombre, y propuso incentivar el arreglo de casas payesas sin subvenciones, «a cambio de una pequeña ampliación y poder dotarla de un uso turístico regulado, obligando a su vez al cuidado del entorno como parets seques y caminos». Asimismo, el concejal de la COP apuntó que se «obligará en los proyectos en suelo rústico a presentar perspectivas de la edificación para buscar el menor impacto visual», destacó la necesidad de mejorar el paisaje y del suelo rústico no agrario incentivando la plantación de árboles en función de los metros cuadrados y propuso la creación de un decálogo de materiales y de tipologías arquitectónicas de la isla.
Mateos reconoció que «una de las quejas más frecuentes, y con razón, son los tiempos de espera en la tramitación de documentación, que el ayuntamiento es lento a la hora de emitir licencias o informes», pero tras admitir esta lentitud, Mateos señaló que el Ayuntamiento tiene en la actualidad aproximadamente unas 4.000 entradas de documentos, según el registro de entrada, cuando a principio de la legislatura eran la mitad y el 40% de ellas van al departamento de urbanismo «un departamento que tiene mucha más actividad -subrayó Mateos-, que municipios de la península con 50.000 habitantes». El máximo responsable del urbanismo formenterés indicó asimismo que los documentos de urbanismo «siempre generan otros trámites que en la mayoría de los casos suponen o petición de nuevos documentos o informes de otras administraciones, para no hablar de la legislación urbanística de Balears que es de las más engorrosas y extensas de España». Finalmente, Mateos recordó que «el urbanismo es una actividad compleja y por lo tanto debe ser pensada lo que implica que sea lenta» ya que según él el urbanismo ejercido con rapidez y sin meditación "recibe el nombre de especulación y provoca situaciones que todos conocemos en el litoral español como en Benidorm, bahía de Palma o Eivissa, situaciones de difícil vuelta atrás y que conllevan sociedades con menor calidad de vida".