«Conflict forces tour operators to slash prices». Así titula un medio de comunicación británico una información que trata, como dice su titular, de que la guerra ha forzado a rebajar de forma drástica los precios para viajar. Las compañías de vacaciones han sido obligadas, según refleja éste y otros medios como el «Leisure Industries», a actuar porque las reservas anticipadas para destinos habituales han caído un 50 por ciento desde que comenzó el conflicto en Irak. Según Keith Betton, de la Asociación de Agentes de Viajes Británicos, «la gente está, como es normal, bastante reticente a comprar ahora y, a corto plazo, los operadores han reconocido que tienen que tirar los precios para estimular el mercado». Entre los muchos ejemplos que se citan en las noticias que hacen referencia a este hecho está el de que «una semana en un apartamento en Eivissa con la agencia Cosmos que costaría 249 libras el año pasado, en éste se ofrece por 99 libras (144 euros, o 23.000 pesetas)».
Las mismas informaciones aseguran que una compañía está incluso ofreciendo alojamiento en Mallorca, Grecia y en Portugal desde una libra por persona y noche. Thompson y Thomas Cook están entre los touroperadores que ofrecen precios más baratos. Ambos trabajan con Eivissa. Barbara Kurau, de la agencia Cosmos, afirma en un artículo que hay gente que se está aprovechando de estas ofertas para reservar pronto, pero matiza que «el mercado de vacaciones familiares de verano -que tiene una conciencia mayor sobre la importancia de la seguridad- no se está moviendo». «La gente está esperando a ver que ocurre con Irak antes de decidirse por sus vacaciones de verano», afirma Kurau.
Los viajes a destinos cercanos a Inglaterra, como es el caso de Irlanda, no se han visto afectados por la guerra, según destacan los medios. Las escapadas de fin de semana se han dirigido al país vecino principalmente. Algo parecido sucede con el mercado alemán, que, según se ha apuntado desde el Consell en reiteradas ocasiones, se ha dirigido a su propio mercado interno a causa de la crisis interna, que hace disponer de menos dinero para viajar, y de la guerra.