Las obras, calificadas de urgentes y realizadas en la peor época del año, hacen pensar que el aeropuerto de Eivissa tiene problemas en su estructura. Aena ha evitado hablar en tono de alarma con las compañías, pero todas se hacen la misma pregunta: ¿Por qué ahora?
Las consecuencias de las obras son numerosas. Por lo pronto la puerta de entrada de pasajeros nacionales (por la que muchos pasajeros suelen entrar a pie al aeropuerto) está inhabilitada por un período de tiempo que irá de los dos a los tres meses. Además, tampoco se puede entrar por la puerta de pasajeros comunitarios, de la Unión Europea. Todos los pasajeros del aeropuerto entrarán por la sala de pasajeros internacionales, que también acoge habitualmente a los del Reino Unido.
Este hecho supone que todas las compañías deberán trasladar a sus pasajeros en jardineras (autobuses) desde el avión hasta la única puerta de entrada. Dado que muchas empresas no disponen de muchos autobuses, las esperas de pasajeros en pista se prevén largas.
Otro problema es que las obras dejarán inoperativas varias cintas de maletas. En concreto serán cuatro de ocho las inhabilitadas para trabajar. Esto provocará que las maletas de dos o tres vuelos coincidan en la misma cinta, con lo que las confusiones y las esperas prometen ser largas.
Por si fuese poco todo lo dicho los trabajos también van a dejar sin funcionar varios mostradores de facturación (en la planta baja).
El hecho de que el túnel por el que se accede a las puertas y a las cintas de embarque esté cerrado en parte, supone que las jardineras deberán usar un solo carril e incluso entrar y salir por el mismo sitio. Todo esto, en suma, provocará graves problemas de circulación y fluidez cuando más vuelos trabajan.