Durante cinco años Leonard Hall se dedicó en cuerpo y alma a las carreras de barcos a motor participando en diferentes competiciones internacionales en Inglaterra, su país natal, Italia o Sicilia y llegando a ser campeón del mundo. Hoy, a sus 45 años, ha fijado su residencia en Eivissa y ha dado un giro de 180º a su vida. Se ha convertido en capitán del 'Hallmark', un barco de 19 metros con el que organiza chárters de una jornada, una semana, o un mes.
«Cuando compites sólo piensas en ganar, inevitablemente te vuelves egoista y eso es un problema si tienes una familia, como me ocurría a mi», explica Leonard, más conocido como 'Capitán Lenny'. Todavía hoy, cuando oye el rugido de un motor al encenderse, asegura que se le ponen «los pelos de punta» y se le acelera el corazón.
Pero llegó el día en que este inglés de Southampton decidió cambiar de vida. «Me había divorciado y decidí llevar una vida más relajada; cambié un barco pequeño y rápido por uno grande y tranquilo», resume sonriendo. A lo largo de seis meses navegó hasta llegar a Eivissa y durante el trayecto le sucedieron las más diversas anécdotas. «En Inglaterra la empresa no me quería asegurar porque era septiembre, una época mala, por eso al final me los llevé conmigo; desde entonces no han querido subir a un barco de nuevo», bromea. «Más tarde, en dirección a Vigo- narra Lenny -mi pequeño barco fue custodiado por la Academia Naval porque nos contrataron para llevar a los sponsors de la Familia Real, que participaba en una carrera». Hubo momentos en que dudó de su decisión, pero todos los temores se disiparon cuando llegó al Mediterráneo. «Me enamoró su estilo de vida, y decidí quedarme en Eivissa, donde todavía puedo hacer locuras».
Sara Yturriaga