El director general d'Ordenació Urbanística del Govern, Josep Aloy, aseguró ayer en Eivissa que la Escola de Hosteleria «será una realidad en breve» y se mostró ilusionado y «convencido» de que tendrá una muy buena aceptación. Prueba de ello, según Aloy, es que la Escola de Palma ha contado con la presencia de 66 alumnos de Eivissa y Formentera en los últimos años. «En su día se hizo el esfuerzo de reducir el coste de la matriculación al 50 por ciento para Eivissa y Menorca pero ahora lo que se quiere es acercar la Escola, abriendo una extensión en las Pitiüses», explicó el director general.
Las instalaciones que ubicarán esta Escola serán las de la Conselleria de Treball i Formació en Blanca Dona, en las que se está realizando una reforma total de las cocinas y los almacenes, de modo que se parezcan lo más posible a los de un gran hotel. Aloy asegura que, en lo que respecta al nivel de las instalaciones y la calidad formativa, la Escola de Hosteleria de Palma «está entre las mejores de Europa» y añade que en Eivissa no pretenden hacer «un chiringuito» sino que sea del mismo «alto nivel».
El director general, acompañado por la directora de la Escuela de Hosteleria de Palma, se reunió ayer con el presidente del Consell Insular, Pere Palau, para trazar el aspecto más formativo de la citada Escola. La intención es que este año se inicien los estudios con un sistema modular por créditos, de modo que el estudiante, a la carta, «pueda ir haciendo toda la titulación, básicamente de cocina, que es una de las demandas mayores», apuntó el director general. Cada asignatura tendría unos créditos y, a medida que se completen los cursos, se llegará a la obtención del título.