El Centre Econòmic i Social (CES) alertó ayer del elevado índice de siniestralidad laboral experimentado en Balears en 2002, muy por encima del resto de Comunidades Autónomas, y de la baja ocupación laboral de los universitarios, que está por debajo de la media nacional.
Según señala su informe anual de coyuntura económica, la economía de Balears registró un crecimiento moderado en 2002, con una reducción de los activos en el sector de la construcción, y advierte de que la actividad turística negativa en los diez primeros meses de 2003 podría suponer un nuevo escaso aumento del Producto Interior Bruto (PIB) este año.
Asimismo, el CES instó al Govern a actuar ante el «constante» aumento de la inmigración que está experimentando el archipiélago, ya que este colectivo precisa de las Administración precisa sistemas de cooperación y ayudas específicas.
Así, el informe estima que el 40 por ciento de los ciudadanos de Balears no son nativos del archipiélago. El estudio, que será presentado de manera oficial mañana, tiene palabras de elogio para el mercado laboral de Balears, que calificó de «robusto». Según el presidente de la comisión encargada de hacer el informe, Pep Ignasi Aguiló, este fue el sector más positivo, con un crecimiento moderado en el número de contrataciones y con un empleo «de gran calidad».
Asimismo, el informe del Consell Econòmic i Social afirma que la igualdad de géneros está «más o menos superada», ya que las mujeres acceden a puestos de trabajo de gran responsabilidad, aunque critica que continúen cobrando menos que sus compañeros masculinos en igualdad de condiciones.