El profesor Mark A. Bellis, director del centro de salud, dice que la euforia que produce ir de vacaciones «anima a la gente a consumir drogas por primera vez». Añade que, una vez que el joven sale al exterior, el sentimiento de libertad y «la atmósfera de exceso y experimentación» se traduce en que muchos individuos que nunca han tomado drogas se lanzan a probar éxtasis, cocaína e incluso drogas «nuevas» como el GHB o la ketamina.
Entre los que ya son consumidores habituales de drogas, el hecho de ir de vacaciones les «invita» a ir de borrachera, experimentar con diferentes drogas e incluso combinar diversas sustancias a un tiempo. La investigación indica que el número de personas que consumen cocaína, éxtasis, GHB y ketamina ha aumentado de 1999 a 2002.
La investigación, realizada con entrevistas a 850 turistas de 16 a 35 años a la vuelta de sus vacaciones advierte, además, de que la frecuencia de la toma de drogas en vacaciones aumenta sumamente, con gente que toma cocaína y éxtasis casi cada día a la semana mientras que en el Reino Unido tomaría drogas sólo un día durante el fin de semana principalmente.
Andrew Bennett, director del grupo de presión antidrogas «HIT» de Liverpool ha pedido que se tomen medidas para proteger la salud de los jóvenes que salen de fiesta fuera del Reino Unido. «Con 250.000 jóvenes británicos que visitan Eivissa cada año se necesita comenzar a intervenir para informarles y protegerles mientras están en el exterior». Dice además que es necesaria «una acción urgente para evitar que los no consumidores sean reclutados y para que los consumidores existentes frenen esa vorágine. «Hay que adelantarse a la oleada de gente que se enfrentará al consumo de drogas el próximo verano », dice.