Los sindicatos del hospital Can Misses, integrantes de la junta de personal, recogieron ayer más de mil firmas de los usuarios de la sanidad pública para pedir a la consellera de Salut, Aina Castillo, el gerente del IB-Salut, Sergio Beltran, y al gerente del Àrea de Salud, Ignacio Martínez, que mejore el servicio hospitalario de pediatría, ya que entienden que la actividad se desarrolla en un espacio físico insuficiente y mal distribuido «que causa toda clase de molestias y se vulneran derechos de los pacientes, como la intimidad, seguridad e higiene». También se quejan de la falta de personal y piden la separación de los neonatos con pediatría.
Pediatría es uno de los servicios del hospital que está previsto reformarse, pero la ubicación elegida por la Gerencia, cerca de Maternidad, no cuenta con el beneplácito de los sindicatos: «Carece de luz natural, tiene los ruidos de los motores de la lavandería y los olores de la cocina. Es un zulo». Incluso, aseguran que se ha planteado la ubicación en tercera planta, donde está el servicio de Cirugía Mayor Ambulatoria.
Sin embargo, hasta que no se haga el servicio, piden que el actual se adapte a su capacidad real reduciendo a la mitad el número de plazas para dar una asistencia digna y de calidad.
Este fue el listado de quejas que se expusieron ayer a los usuarios de la sanidad y la respuesta fue muy buena. «Hay gente que espera para poder firmar. Los niños no están en condiciones», expuso ayer Maruxa Martos, de UGT.
Las razones argumentadas por la Gerencia de que el aumento de personal no se puede justificar por la actividad del servicio son rechazadas. «Hay que plantearse ante esta respuesta que si quieren poner el personal por actividad o por número de camas. Sería absurdo restar camas para un servicio tan necesitado. Nos dan un montón de excusas, se llenan la boca de palabras pero siguen sin resolverse», dijo Pedro Ayala, de Comisiones Obreras. En opinión de Teresa Arce, de CSI-CSIF, hay un problema con los incubadoras «ya que nadie quiere hacerse cargo del control de las incubadoras, que castiga un poco al personal dentro de la problemática del servicio. Todos los apoyamos, porque no piden nada del otro mundo sino mejorar pediatría».