Eivissa y Formentera acapararon el domingo gran expectación de público en la Tercera edición del Tour Buceo que se celebró el pasado fin de semana en el Hotel Crowne Plaza de Madrid. Miles de aficionados y profesionales se dieron cita en esta singular muestra nacional e internacional organizada por la agencia mayorista Abando Dive Travel, especializada en viajes para buceadores.
En el stand de Eivissa y Formentera estaba presente la Asociación de Centros de Buceo de ambas islas que agrupa a 16 centros de buceo. Su presidente, Juan Carlos Cabrera, se congratulaba de la gran atracción y fascinación que ejercen ambas islas para los aficionados a este deporte. «Si podemos comparar Eivissa y Formentera con el resto del Mediterráneo ofrecemos una situación privilegiada porque la polución que tenemos es mínima. No tenemos ríos que desemboquen sedimentos al mar por lo que las condiciones de visibilidad y la situación geográfica, determinan unas temperaturas que son idóneas para la práctica del buceo».
En estos momentos, ambas islas ofrecen al visitante, en su mayoría procedente de la península y en menor cuantía de Alemania, Italia y Reino Unido, unos ochenta puntos excelentes para practicar este deporte. Entre ellos destaca Es Vedrá; la zona de S''Espardell; Tagomago que ofrece cuatro puntos de buceo con mucho cúmulo de roca y gran fauna y la illa Morada situada en la bahía de Sant Miguel, que presenta muchas cavidades y tuneles accesible. En cuanto a la fauna que vive en los fondos submarinos de Eivissa y Formentera, los bancos de barracudas atraen la atención. «Imaginése entre 80 y 100 ejemplares rodeándote. Son animales inofensivos que pueden atacar si se ven acorralados. Hay que conocer a estos animales y estar en contacto. Es la única forma de comprobar que son inofensivos», apunta. Además de barracudas, se pueden encontrar morenas y congrios.
El presidente de Centros de Buceo mantiene un estricto contacto con las autoridades competentes del Govern y del Consell ante la falta de control que existe en la pesca deportiva que se practica en el litoral marino de ambos archipiélagos. «Tratamos de convencer al Govern o al Consell que tengan una implicación en el cuidado del medio marino. No hay ningún tipo de control en esta clase de pesca».
Olga Quintanilla