La última asamblea de Fomento del Turismo ha servido para poner sobre la mesa algunos de los problemas que sufren las Pitiüses en los que las administraciones públicas, las empresas privadas y los propios ciudadanos tienen mucho que decir, a juicio de esta entidad.
Uno de los problemas que planteó Jorge Alonso, gerente de la organización que representa al sector turístico pitiuso, es la creciente inseguridad ciudadana en las Pitiüses «que es muy negativa para el llamado turismo residencial», conformado por personas, principalmente extranjeras, que pasan muchos meses del año en las casas que poseen en la isla. Comentó incluso que algunos de estos visitantes están dispuestas a vender su casa por la creciente falta de seguridad. «Si no se cuida este segmento se perderá», comentó y añadió que hay que volver a recuperar las iniciativas culturales de un «Invierno en Eivissa», que han desaparecido a pesar de que suponen un gran atractivo para este tipo de turistas.
Con respecto al mercado británico, Alonso aseguró que hay un gran interés en llevar a cabo la malograda campaña de mejora de la imagen de las Pitiüses en el mercado británico. El acuerdo para poner en marcha esta campaña, en la que iba a colaborar el Estado, no llegó a firmarse. Por ello Fomento cree importante insistir en que se tiene que poner en marcha cuanto antes para que se frene el deterioro de la imagen turística de Eivissa en el Reino Unido. Otro tema importante en este mercado es la `pérdida de poder adquisitivo de los turistas, ya que este país mantiene la libra frente a un euro cada vez más fuerte. Este hecho está restando afluencia ya que los británicos prefieren países y zonas en las que el cambio les resulte más ventajoso.
En lo que concierte al mercado francés, Fomento del turismo asegura que impulsará (con financiación pública) una nueva campaña de cartelería en la calle, mucho más amplia y ambiciosa que la del año pasado que dio «muy buenos resultados para las Pitiüses».
Fomento pidió durante la asamblea un mayor vuelco promocional en las ferias internacionales de turismo de cruceros, ya que «hasta el momento no se ha hecho ninguna acción promocional específica de las posibilidades de amarre que ofrece el dique de Botafoc». Para Alonso es anacrónico que no se publicite una instalación que ha costado 49 millones de euros.