La suerte provoca extrañas paradojas. El mismo día en que millones de personas lloraban la muerte de las víctimas de los atentados terroristas de Madrid un grupo de profesores ibicencos se enteraba de que les había tocado el segundo premio del sorteo de la primitiva del pasado 3 de marzo.
Tras conocer la noticia se alegraron, pero no lo celebraron como seguro lo habrían hecho cualquier otro día del año. Unos cuarenta docentes del centro Sant Ciriac, en Santa Eulària, vivieron ayer esa sensación agridulce que provoca la suerte propia frente a la desgracia ajena.
La directora del colegio, Margarita Torres, contaba que se enteraron de la noticia el mismo jueves por la tarde cuando la jefa de estudios acudió a una administración a sellar el boleto de esta semana y, al mismo tiempo, comprobar el de la pasada. «Enseguida empezamos a llamarnos unos a otros y claro que nos pusimos contentos porque llevamos jugando unos tres años y sólo nos habían tocado algunos reintegros».
De la combinación que consiguió el segundo premio, 5/6/13/14/26/40, acertaron todos los números menos uno de ellos, además del reintegro. En total, 56.954 euros que se repartirán entre todos. «No tocaremos a mucho, será como una paga extra, pero la principal alegría es que nos haya tocado a todos», decía la directora, que ayer acudió al banco para sellar el boleto. Tras el reparto dejarán un bote para organizar una cena colectiva y la semana que viene volverán a turnarse para seguir tentando a la suerte. Sara Yturriaga