De todos modos, Palau explicó ayer que no se trata de poner en marcha una nueva sede, sino una extensión de la de Eivissa, por lo que no se contratará más personal: «Habrá una o dos personas fijas, pero el resto serán trabajadores de la casa que se desplazarán a Formentera». De esta manera, según explicó el vicepresidente y conseller por Formentera, Josep Mayans, se diseñará un calendario para que cada día un departamento distinto de la institución se desplace a Formentera. El presidente del Consell informó que en esta sede también se habilitará un espacio para los servicios que dependen de las administración de la comunidad autónoma y del Estado, ya sea Medio Ambiente, en el caso de la primera, Tráfico o Hacienda.
El edificio consta de dos plantas. Abajo se instalarán todas las oficinas de los departamentos del Consell, una del Govern y otra exclusiva para la recaudación de impuestos, una biblioteca y una sala de música. La planta baja tendrá capacidad para 397 personas. La biblioteca, de 260 metros cuadrados, tendrá espacio para 110 personas, con un área de ordenadores y un ala infantil con capacidad para 20 niños. La zona de las oficinas será modular de manera que, en función de las necesidades, se podrá aumentar su aforo, con un máximo de capacidad de 260 personas. En este espacio se podrán celebrar los actos instituciones del Consell en Formentera. El proyecto incluye la instalación de un ascensor y la reforma de la fachada, incluida la cubierta, y los alrededores del edificio.