La Plataforma contra la autopista del aeropuerto presentó ayer en el Consell más de 500 alegaciones firmadas por vecinos y propietarios afectados por las expropiaciones para forzar la retirada del proyecto de la autovía. Nadie pide ni una sola modificación del proyecto actual, sino su retirada total. «No aceptamos ninguna rebaja del proyecto actual. Queremos que hagan otro distinto», explicó ayer Pere Torres, de can Casetes, en nombre de la plataforma y el colectivo de afectados.
Un grupo de 86 propietarios afectados por la macroobra ha presentado tres alegaciones en las que reclama la nulidad de la información pública del proyecto, que a su entender no ha cumplido «los requisitos legalmente exigibles para su validez»; la nulidad radical del proyecto, por vulnerar, entre otras cosas, el Plan Director Sectorial de Carreteras; y la nulidad del estudio de impacto ambiental, que, según dice, no se refiere a la obra proyectada, que, por otra parte, «implicaría un impacto no ya severo, sino crítico».
Por todo ello, este colectivo solicita «la nulidad de la información pública, la del proyecto y la búsqueda de otras soluciones menos impactantes, atendiendo a las necesidades reales y a las limitaciones del territorio insular». Lo mismo hacen a título particular más de 500 personas. Las alegaciones de la plataforma antiautopista del aeropuerto se presentaron ayer también en el Consell con el aval de 79 firmas. Hoy terminaba en teoría el plazo de presentación de alegaciones.
Los afectados hacen especial hincapié en que el «macroproyecto» previsto es exagerado y apuntan que tampoco se justifica técnicamente ya que sólo en un tramo de la vía, según el proyecto actual, se superan los 20.000 vehículos de media al día que justificaría la ejecución de un proyecto de esta envergadura. Se trata del tramo que va de Platja d'en Bossa a la rotonda de can Sifre, que soporta una densidad de tráfico media de 27.027 vehículos al día. Según informan en una de sus alegaciones, del aeropuerto a can Fonoll la intensidad media del tráfico es de 13.302 vehículos/día; de can Fonoll a ses Salines, de 13.113; de ses Salines a Platja d'en Bossa, 16.113 y de can Sifre a can Escandell, 18.979.
El coste del proyecto (60 millones de euros aproximadamente) es otro de los asuntos que los afectados alegan en su contra. El proyecto, según los propietarios afectados, establece que una de sus finalidades es «el fortalecimiento de la red viaria principal». «Difícilmente puede entenderse que un proyecto como el sometido a información pública pueda contribuir a ello, cuando el coste de un innecesario tramo de seis kilómetros absorbe un presupuesto con el que se acondicionarían la totalidad de las vías de la red viaria principal de la isla», alega el colectivo contra el proyecto.