La única explicación que el alcalde de Formentera, Juanma Costa, ha dado sobre las tres semanas de retraso en la entrada en funcionamiento de los contenedores soterrados de Sant Ferran es que «finalmente hemos cambiado las bocas de acceso por unas más bonitas y más caras». Ello no explica en absoluto el retraso en la puesta en marcha del servicio, inaugurado el pasado 30 de mayo por el obispo Agustín Cortés, los consellers Josep Juan Cardona y Joan Marí Tur y el alcalde Juanma Costa entre otras personalidades.
Este rotativo ha sabido que la estructura interior que acoge los contenedores no está totalmente operativa y que si el servicio no está en marcha es, en primer lugar, porque hay que acabar de hacer unas modificaciones en el interior que, pese a ser pequeños detalles, impiden la operatividad de este sistema.
Otro punto de discrepancia existen en el tamaño de las actuales bocas o buzones de acceso al interior ya que fuentes consultadas insisten en que hay bolsas industriales que sí podrían depositarse por dicha boca, aunque por otra pare hay voces entre los responsables de la instalación y del servicio, que afirman que hay que habilitar las bocas previstas inicialmente, de manera que las nuevas bocas cuenten con la puerta trasera que se prometió a los restauradores de la zona.