E. RODRÍGUEZ / T. BLASCO
El Govern da un paso firme y decidido para ejecutar los proyectos
de autovía previstos para Eivissa. El portavoz del Ejecutivo
autonómico, Joan Flaquer, anunció ayer al término de la reunión del
Consell de Govern que las obras viarias de Eivissa y Menorca
previstas en el convenio estatal de carreteras se van a llevar a
cabo con el apoyo o no del Ministerio de Fomento.
Flaquer indicó de que en el caso de que Madrid se oponga a la financiación de los proyectos previstos para Eivissa, valorados por el Govern en 215 millones de euros (35.775 millones de pesetas), el Ejecutivo autonómico lo hará por su cuenta a costa de los presupuestos de la comunidad autónoma. El presupuesto que maneja este año el Govern balear asciende a 1.859 millones de euros, por lo que sólo el coste de las tres autovías de Eivissa supone el 11,5 por ciento del total.
La autovía más costosa es la de Sant Antoni, con un total de 102 millones de euros, cuya mitad se destina sólo a la construcción del túnel de Sant Rafel. El nuevo acceso al aeropuerto se ha presupuestado en 60 millones de euros, mientras que el desdoblamiento del segundo cinturón de ronda en 23 millones. En el convenio estatal de carreteras, en cambio, sólo se prevén 4,7 millones de euros para la autovía de Sant Antoni, 3,9 para la del aeropuerto y 4,3 para el segundo cinturón de ronda. Precisamente la semana pasada el Ministerio de Fomento advirtió de que el coste de los proyectos del Govern están muy por encima de lo previsto en el convenio.
Por otra parte, la vicepresidenta del Govern balear, Rosa Estaràs, llamó ayer mismo por teléfono a la ministra de Fomento, Magdalena Àlvarez, para concertar una cita. La reunión entre la ministra, la vicepresidenta del Govern y la consellera balear d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, tendrá lugar el próximo día 6 en la sede del Ministerio. Estaràs explicó ayer que la ministra era reacia a reunirse con Cabrer puesto que prefería que los técnicos y los cargos medios de las dos instituciones intercambiaran antes sus opiniones. La vicepresidenta del Govern balear defendió la tesis contraria, ya que, a su entender, primero hay que mantener una conversación de ámbito político.