Vicente Juan y Antonio Roig son dos cazadores veteranos que quedaron, respectivamente, primero y segundo en el IV Campeonato de Caza de Eivissa. Ambos son unos apasionados de este deporte y lo practican desde que eran bien pequeños. En sus casas, los podencos ibicencos formaban parte del clan familiar. Vicente Juan tiene nueve podencos mientras que Toni posee algunos más: nada más y nada menos que quince canes. Tanto el uno como el otro, con sus respectivas colles han participado en las cuatro ediciones de caza que se han venido realizando.
La Colla d'en Vicentet es la segunda vez que se hace con el
pódium. Vicente Juan es un hombre que a sus 72 años y con un ataque
al corazón continúa saliendo a cazar siempre que puede. Con muchas
energías todavía y gran entusiasmo ante la vida, como si de un
ritual se tratase, dedica media hora todos los días a ir a dar de
comer a sus perros y sacarlos por el monte. Según él, un podenco
ibicenco es bueno cuando «es noble, inteligente y obediente para
que vaya en busca de la caza», y acto seguido, reconoce que para
cazar conejos la mejor raza es la del podenco ibicenco.
Gran conocedor y amante de los animales, recomienda que a los
podencos no hay que inflarles de comida y hay que cuidarlos como a
los futbolistas: medirles la comida y entrenarlos mucho.
Con sus años está muy orgulloso de haber vuelto a conseguir
quedar el primero: «A mi edad casi tengo vergüenza por los
cazadores jóvenes», dijo medio en broma medio en serio. Si el año
que viene tiene salud y los perros no «se me mueren» quiere volver
a participar.
Por su parte, Antonio Roig, muy cauto al hablar, quedó con su colla
en segundo lugar, como en los dos anteriores campeonatos. Cree que
lo de las clasificaciones «no es muy significativo porque depende
de muchas circunstancias, como la del sorteo de la zona». Reconoce
que tuvieron mucha suerte porque les tocó la zona del coto de Santa
María, rica en la presencia de conejos y un bosque no muy espeso,
permitiéndoles obtener muy buenos resultados.
Del podenco dice que destacaría su finura, su agilidad, su
astucia y su resistencia.
Muy contento con los resultados obtenidos, en todo momento quiso
resaltar que el Campeonato «sólo es un pretexto para hacer la diada
del podenco ibicenco y destacar muchas de sus cualidades». El año
que viene, igual repiten. C.V.