El Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Formentera, Josep Juan Torres, ha cuestionado las informaciones aparecidas en distintos medios de comunicación, hechas por el Ministerio de Pesca a través de Europa Press, en las que se afirma que el acuerdo alcanzado en 2001, el denominado Pacto de Caballeros que firmaron representantes de la flota atunera, de la flota de remolcadores de jaulas y las instituciones, haya sido determinante para mitigar el impacto y los daños de los remolcadores en aguas de Formentera respecto a las artes de la flota artesanal.
«Lo cierto -señaló Josep Juan Torres-, es que el compromiso institucional que aportó mayor vigilancia a la zona de pesca del atún rojo, puede ser que haya podido ser importante respecto a los daños de nuestra flota, pero al mismo tiempo hay que recalcar en las dos última temporadas de la pesca del atún rojo, la migración mediterránea no ha pasado cerca de Formentera sino muy pegada al norte de Àfrica por lo que las flotas han tenido muy poca presencia en aguas formenterenses».
Para los pescadores de Formentera si el atún rojo hubiera pasado cerca de Formentera «los daños hubieran sido similares a campañas anteriores» ya que las Pitiüses constituyen una perfecta base de operaciones para estas flotas dedicadas a la pesca del atún. En todo caso año tras año y pese al pacto subscrito, los remolcadores de jaulas, donde se conservan los atunes vivos para llevarlos a piscifactorías de engorde, «no respetan la isóbata 200», es decir que aunque en teoría no pueden navegar en fondos inferiores a los 200 metros, los empleados por los pescadores de Formentera, los remolcadores son vistos, año tras años en fondos que no alcanzan ni los cincuenta metros en la inmediación de la Pitiusa menor.
Y este año también ha sucedido con uno daños evaluados alrededor de los 3.000 euros, cifra corta comparada con las campañas anteriores, pero que sigue siendo preocupante para los pescadores de la isla, que manejan unos presupuestos escasos.