La ciudad de Eivissa también quiere entrar en la Ley de Capitalidad que reclama desde hace años el Ayuntamiento de Palma de Mallorca. Se trata de un viejo proyecto de ley que se remonta al anterior gobierno autonómico de Matas y que, pese a la insistencia del gobierno municipal de Palma, aún sigue pendiente. El teniente alcalde de Eivissa, Pedro Campillo, asegura que ha llegado el momento de que la administración reconozca la condición de capital de la ciudad y que ello signifique «una discriminación positiva a la hora de asignar recursos».
El grupo municipal del PSM en Palma presentará en el próximo pleno de la institución una propuesta, que seguramente se aprobará por unanimidad, en la que se insta al Parlament a que de una vez por todas promueva, tramite, impulse y apruebe definitivamente la Ley de Capitalidad de las Illes Balears. El Ayuntamiento de Eivissa reclama, según Campillo, que para la elaboración de esta norma autonómica también se incluya el caso particular de la ciudad.
El proceso lleva varios años parado. El Ayuntamiento remitió en 2001 a la Conselleria de Presidencia del anterior gobierno del Pacte una propuesta en la que justificaba los motivos por los que la ciudad de Eivissa debería ser considerada administrativamente la capital de la isla. Los papeles, al parecer, se quedaron en el cajón de algún despacho. El anterior gobierno de Matas encargó en 1998 la elaboración de un estudio para valorar la viabilidad y la conveniencia de tramitar esta ley. Entonces, también se habló de la posibilidad de que se reconociera la 'capitalidad' de las islas menores, aunque al final quedó en agua de borrajas. La pasada legislatura el actual conseller de Interior, José María Rodríguez (entonces concejal del Ayuntamiento de Palma) presentó un anteproyecto, que ahora podría retomar el PP. Campillo insiste en que es el Govern quién debe reconocer la 'capitalidad' de Eivissa, aunque el Consell debería dar el primer paso. «Primero lo tiene que reconocer el Consell y luego el Govern», explica. «Entendemos que Palma sea la capital de Balears, pero las realidades insulares son distintas y, además, lo sufrimos de manera diferente», subraya Campillo, que apunta incluso que, en proporción, quizá los problemas que sufre Eivissa superan a los de Palma, como la falta de aparcamiento en agosto, por ejemplo.