«El accidente nos cambió la vida. Estoy todos los días al lado de mi hijo porque no puede mover sus dedos y por lo tanto tengo que hacerlo todo con él», aseguró el famoso corredor de rallies Kinigadner acerca de una batalla que comenzó tras el accidente sufrido por su hijo Hannes el pasado año en Austria, y que sigue ahora como una nueva carrera pero esta vez a favor de la vida y la salud del joven: «He estado ocho meses con él en el hospital y he visto muchos jóvenes con problemas en la espalda», aseguró Kinigadner, quien dispone de un fuerte apoyo por parte de sus amigos y de empresas que hacen posible eventos como el que tuvo lugar durante éstos días en el Hipódromo de Sant Rafel y que congregó a pilotos de renombre que se sumaron a ésta carrera solidaria.«Este año hemos tenido la última prueba del mundial de motociclismo en Valencia, muy cerca de aquí. Entonces, todas las estrellas han podido venir y ésa también fue una razón más para hacerlo en Eivissa», explicó.
El corredor aseguró que dos de las estrellas más esperadas como Dani Pedrosa y Sete Gibernau no han podido venir «por cuestiones de nuevos contratos para el año que viene», sin embargo comentó sentirse muy satisfecho por la presencia de otros grandes de la velocidad como Niki Lauda, Max Biaggi «y muchos otros campeones del mundo de motocross y pilotos están aquí, y eso me hace muy feliz».
El objetivo de Kinigadner es claro: «Al igual que la fundación más fuerte en el mundo, que es la Christopher Reeve, está en América, nosotros queremos hacer lo mismo aquí en Europa. Porque este problema sólo se puede solucionar si te diriges a la investigación, pero para eso se necesita dinero».
Su esperanza es tan grande como su poder de convocatoria: «Estoy seguro al 100% de que mi hijo no se quedará en una silla de ruedas el resto de su vida». L.Aversa