Alrededor de 600 personas se dieron cita ayer en Sant Antoni para formar parte de las celebraciones del día grande en honor a San Antonio Abad, patrón de los animales domésticos.
Las actividades fueron muchas desde que el pasacalles y sus picaportes anunciaron el comienzo de la festividad: la exposición de esculturas de Toni Hormigo, con casi una veintena de ellas de diferentes tamaños, fue instalada en la entrada del Ayuntamiento de Sant Antoni a modo de recepción para los visitantes, que acudieron a la jornada de puertas abiertas para conocer las nuevas instalaciones.
Los más pequeños ya tenían elegido su espacio en la feria de juegos infantiles ubicada en el paseo, mientras que centenares de fieles presenciaban la misa en honor al santo en la parroquia de San Antonio.
El retraso en el desarrollo de la mañana no impidió que al menos cien personas acudieran con sus mascotas a las puertas del Ayuntamiento para que fueran bendecidas. En su mayoría perros, algunos gatos, una iguana, un loro, ratoncitos de campo, un conejo y también hámsters se juntaron llevados por sus dueños en la entrada de la nueva sede a la espera de la bendición programada una vez finalizara la tradicional procesión en honor al santo.
«Me llamó la atención esta fiesta y por eso vine con mi perro», explicó el alemán Werner, curioso por este encuentro religioso y sobre todo por la posibilidad de bendecir a Denia, de la raza welshterrier que adquirió hace algo más de un año por internet: «Cuando la bendigan pediré porque no persiga más a mi gatos a ver si funciona».
Una quincena de carros payeses trajeron a sa Colla Brisa de Portmany al paseo del mar y allí, la demostración de ball pagès dio paso a una invitación a bunyols y vino. Por la tarde continuaron las actividades con una gran fiesta infantil en la carpa del paseo.