Tiene más de un siglo, pero la cabeza tan bien amueblada que parece
que tenga la mitad. Antonia Marí Ramón cumplió ayer 102 años, con
unas facultades físicas y psicológicas impropias de su edad. Es una
de las personas más longevas de la isla, si no la que más, pero su
vida no tiene nada que ver con la de un anciano. Aunque todos los
días Mabel, una trabajadora familiar del Ayuntamiento de Sant
Antoni, acude durante una hora a su casa para ayudarle, el resto
del día se apaña sin ayuda: «Cocino, me hago la cama y otras muchas
otras cosas sola», asegura. Y de memoria tampoco anda mal. Incluso
recuerda detalles que quienes le rodean no.
Al preguntarle el secreto de llegar a su edad en tan buenas
condiciones, lanza tres consejos: «Comprensión, conformidad y
paciencia. Si tenéis estas tres cosas, viviréis muchos años».
Su carnet de identidad refleja que tiene 104 años, un error del funcionario del registro, que la confundió con su hermana. Antonia Marí ha sido la costurera de Sant Antoni durante la mayor parte de su vida, hecho por el que mucha gente la conoce por el sobrenombre de «maestra Calas». Profesión que ha ejercido hasta no hace mucho: «Cuando tenía 99 años, llegué a coser un traje de novia». Dice orgullosa que siempre se ha sentido muy querida en la isla, y que muchas de sus alumnas aún la visitan frecuentemente. Es por eso que no se siente sola, a pesar de que su única hija falleciera hace años y de que sus tres nietos vivan fuera de la isla.
Su edad le ha permitido ser testigo de muchos cambios, aunque
ella se sigue encontrando de maravilla: «Si es verdad que Sant
Antoni está muy cambiado, pero me da igual, no noto nada raro»,
reconoce. De todos los inventos llegados al mundo durante su vida,
quizás el que más le ha impresionado es el automóvil. Incluso
recuerda de quién era el primero que se vio por las calles de su
localidad: «El primer coche era de Carlos Román», evoca ante la
perplejidad de los presentes, que aumenta cuando remata diciendo
que fue El desfile del amor la primera película con sonido que
vio.
Ayer, Antonia Marí brindó en el Ayuntamiento rodeada de prensa y
amigos. Con un único deseo: repetirlo el año que viene. A juzgar
por su aspecto, se cumplirá. Iván Muñoz