El director médico de Atención Primaria, José González, negó ayer que se esté produciendo una situación de «descontrol» y «colapso» en los centros de salud de las Pitiüses, como denunció el pasado martes la sección sindical de UGT en el Hospital de Can Misses. El gerente del Àrea de Salud de Eivissa y Formentera, Ignacio Martínez, admitió que «el nivel de trabajo de los profesionales es elevado» aunque, añadió, se encuentra dentro de lo previsto para esta época, en la que habitualmente se dispara la demanda de atención sanitaria. Martínez señaló que la incidencia de la gripe va en aumento por la ola de frío y que esta semana los casos contabilizados son de 210 por cada 100.000 habitantes, una cifra que sigue estando muy por debajo de la media de la península (540 casos por cada 100.000 habitantes). La asistencia sanitaria «está funcionando correctamente», añadió el gerente, aunque José González reconoció que hay casos puntuales como el del centro de salud de Can Misses donde el número de consultas se ha disparado y en el que para conseguir cita hay que esperar una media de una semana. Sin embargo, aseguró que en el resto de centros se está atendiendo a los pacientes en un máximo de 48 horas y que incluso se están ofreciendo citas para el mismo día. En cualquier caso, «todos los centros admiten citas fuera de agenda para los enfermos más graves, que son atendidos por los médicos de cabecera el mismo día», puntualizó. La gerencia de Can Misses afirmó que se está haciendo un seguimiento semanal de la incidencia de la gripe y que en caso de que fuera necesario para evitar que se saturen de trabajo los centros sanitarios se pondrán en marcha los planes de contingencia especiales.
Martínez recordó qué «éste es el primer invierno que Es Viver está prestando servicio por la noche, lo que supone un refuerzo importante con el que se completa la red de atención sanitaria de 24 horas». Asimismo, señaló que el 061 ofrece un servicio médico telefónico de apoyo durante 24 horas.
Con estas declaraciones el Ib-Salut salió al paso de las críticas del sindicato UGT que aseguró esta semana que los servicios sanitarios de Atención Primaria de Eivissa y Formentera estaban a punto de «sufrir una grave crisis» con «el recrudecimiento de la epidemia de gripe», que aún no ha llegado a su punto álgido.