El Ayuntamiento de Eivissa acordó ayer en pleno ampliar el servicio de limpieza del municipio. La propuesta no contó con el respaldo del grupo popular que pidió sin éxito la retirada de este asunto del orden del día argumentando que no se habían justificado los costes de personal, de maquinaria y de la ampliación proyectada en la nave de Cespa, punto que finamente el equipo de gobierno dejó pendiente a falta de los informes técnicos pertinentes, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Juan Rubio.
La portavoz de la oposición, Virtudes Marí, argumentó el voto en contra del PP asegurando que antes de acometer una actuación de estas características «lo primero que hay que saber es si lo que se tiene funciona». Marí insistió en la necesidad de ejercer un efectivo control de la contrato y recordó que las sucesivas ampliaciones que se han realizado en los últimos años «no han revertido en una mejor calidad del servicio». «La situación actual es caótica porque nadie controla lo que hace el personal, cómo se presta el servicio en la calle o si los trabajos extraordinarios se hacen realmente», añadió. Asimismo, el PP señaló que desde 1994 hasta ahora el coste de la contrata ha aumentado un 76 por ciento y aseguró que esta última actuación supondrá unos 105 euros por ciudadano, 87 euros, según el equipo de gobierno.
Rubio insistió en que «todos los costes están justificados» y que «el control de la contrata, aunque se podría mejorar, se realiza correctamente». El edil se refirió a las ventajas que reportará esta ampliación, que supondrá, entre otras cosas, la ampliación del servicio de baldeo y el refuerzo de la limpieza en Dalt Vila y sa Penya, la puesta en marcha de una brigada específica para la recogida de papeleras y el incremento del número de operarios en domingos y festivos y en temporada alta. El coste de esta ampliación supone unos 220.000 euros.