Cerraron la Rúa de Carnaval y fueron sus ganadores. Los dos primeros premios de las categorías carrozas y comparsas se los llevaron los soldaditos de plomo de Sant Josep «Joguerois que fan història» entre las 1.500 personas que participaron de este desfile compuesto por más de 30 comparsas.
La lluvia fue respetuosa con el día grande del Carnaval, que comenzó puntual a las 11'30 horas desde la Avenida Santa Eulària, tal y como estaba previsto, y que terminó minutos después de las 14'00 horas frente al monumento al Corsario con una paella popular para mil personas.
La batucada «Lonjas de Eivissa» abrió el desfile con sus percusiones y pasos de capoiera. Detrás llegaron los chicos del Casal de Joves con un Quijote de 3 metros y un séquito de Dulcineas, Cervantes y molinos. También desfiló una «Boda Real», la familia Simpson, la carroza del «Patrimoni de Progrès» con una comparsa llena de obreros y alusiones a las empresas de la construcción en Eivissa, y los cowboys e indios de la carroza «Eivissa Güestern», que no se quedaron atrás al ritmo de «Antes muerta que sencilla», el mismo que traía el grupo de Sa Capelleta con coreografía incorporada y vestimentas flamencas.
El desfile que recorrió las Avenidas de Santa Eulària, Bartomeu Rosselló, Isidoro Macabich, la calle de País Valencià, y la Avenida España, hasta alcanzar el paseo de Vara de Rey, continuó con la comparsa «Qué grandes somoz!», que aunque no se llevó ningún premio provocó los aplausos del público con sus participantes adultos que, con un efecto en sus vestimentas y grandes caretas hasta las rodillas, parecían niños. Después vinieron las asociaciones de personas mayores de Sant Rafel, Santa Gertrudis y Sant Mateu con su «Ventall de Colorins devall S'Arc de Sant Martí» y una comparsa compuesta por más de cincuenta personas vestidos de negro con máscaras de arco iris.
La única carroza y comparsa escolar, que también resultó premiada, fue del APA del colegio público de Can Cantó que presentó en su carroza dos aulas, una ambientada en 1950 y otra en el 2005 bajo el título «Massificació. Futur de la educació». La comparsa «Qué será lo que tiene el negro», traía a su gente vestida de mulata que con el lema «Estam Cremats» se movían al ritmo de música electrónica.