Los 35 grados que acaloraban ayer por la tarde al ibicenco Nicolás
Serra Walker no le impedían observar la calma con la que el Océano
Índico baña la playa de Yanoui, en la costa de Phuket.
Esa mirada hacia este paraíso que intenta recuperar su tranquilidad
habitual tiene ahora el aliciente y la satisfacción ver su primer
meta realizada: «Las obras de reconstrucción empezaron ayer y nos
ha ido de maravilla», aseguró Nicolás a través del teléfono acerca
del proyecto al que regresó después de pasar por Eivissa a
principios de enero, y que por fin comienza a hacerse
realidad.
Según Nicolás, las familias de esta playa «están encantadas» de ver
y colaborar con lo que volverán a ser sus hogares: «Desde que volví
hemos estado recaudando fondos a través de muchas reuniones entre
gente que quería poner el dinero y nosotros, que teníamos los
proyectos, para invertirlo», comentó el voluntario ibicenco sobre
sus acciones previas para lograr este objetivo: «Logramos recaudar
lo suficiente para la primera fase, que son 50.000 euros, pero como
este dinero tardaría tiempo en llegar, la «Fundación Shawnee
Institute» nos adelantó los primeros 10.000», explicó Nicolás, que
sin perder un momento entregó la cantidad al constructor para
empezar con las cabañas, como viviendas temporales, hasta que estén
terminadas las definitivas. Todo progresa para Nicolás en Pukhet,
que además tiene ahora la oportunidad de dar trabajo a los
habitantes de Yanoui: «Porque además de perder sus casas, perdieron
sus trabajos y los contratamos para la construcción de sus propias
casas pagándoles 3 euros al día», explicó el ibicenco, quien
destacó que «el mismo día que contraté a 15 de ellos, mi jefe de la
náutica me avisó de que me despedía, cosa que entiendo y respeto»,
concluyó.
Otro de los logros que Nicolás y sus compañeros del proyecto
Yanoui han llevado a cabo es el de lograr un status de organización
caritativa que le permite emitir facturas y recibos para
contrataciones de empresas.
Gracias a ello, y con motivo del adelanto en este lugar de Phuket
en concreto, los voluntarios continuarán su trabajo por otras dos
playas como son las de Kamal y la de Bany Tao, «que son más grandes
y en las que en vez de ayudar a 5 familias deberemos ayudar a más
de 100».
Nicolás asegura también que se quedará bastante tiempo por
Tailandia, ya que una vez concluidos estos tres proyectos que están
englobados por la asociación «Tai together» se quedará trabajando
como coordinador y comenzará a percibir un sueldo.
Un mes y medio después de la catástrofe, los rostros de los
habitantes de Yanoui han cambiado sus expresiones, al igual que el
paisaje, que comienza a ser el de la reconstrucción y la actividad.
Luciana Aversa