La celebración del Novenario es ya una tradición más que consolidada a través del tiempo, pues hace ya más de 140 años que se lleva a cabo.
Ayer por la tarde tuvo lugar la primera de las misas, a la precede el traslado de la imagen del Santísimo Cristo del Cementerio desde la capilla del Rosario hasta el altar mayor de la iglesia de Santo Domingo. Los cofrades se encargan de plantar la venerada imagen, que permanece allí hasta que es sacada en procesión el Viertes Santo.
La Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio se encarga de organizar esta celebración que nació en 1864, año en que una gran epidemia de cólera causó estragos entre la población de la isla de Eivissa, reduciéndola considerablemente. La historia cuenta cómo durante el tiempo en el que tuvo lugar esa desgracia los supervivientes acudieron al Santo Cristo del Cementerio para implorarle su bendición y protección. Cuando esta llegó a su fin, los ibicencos, en agradecimiento, ofrecieron un acto en el día de acción de gracias; al año siguiente comenzó el Novenario, que se ha mantenido desde entonces. Durante nueve días, la iglesia de Santo Domingo acoge a los fieles que quieres venerar la imagen del Cristo. Esta celebración fue trasladada en el calendario al tiempo de Cuaresma, época considerada como la de mayor sensibilidad religiosa del año.