El presidente de los empresarios del sector hotelero de Formentera, Vicent Bonet, no escatima críticas al estado de las playas de Formentera justo el fin de semana en que empieza, para muchos establecimientos, una temporada turística inusual al llegar la Semana Santa demasiado pronto. La preocupación no está tanto en que el inicio de la temporada se presente sumamente flojo y la incertidumbre en cuanto a la climatología «sino porque las playas de la isla dan vergüenza».
«El pasado año se aumentó de forma considerable el presupuesto para la limpieza de playas de la isla y no se ha notado en nada», apunta. Al respecto, Bonet recuerda que el concurso de adjudicación para el servicio, que comportó la compra de un elevado número de vehículos y maquinaria especial, dejaba claro que «sería una limpieza integral que se efectuaría durante todo el año», pero, a tenor de lo visto, «empieza la Semana Santa y las playas están como están y afortunadamente no ha habido temporales de importancia pues de lo contrario no quiero ni saber qué playas tendríamos».
En cuanto al número de establecimientos hoteleros que estarán abiertos para la Semana Santa, Bonet señala que el número es muy limitado y que a lo sumo la oferta de plazas estará alrededor de las« seiscientas o setecientas» ya que la planta hotelera de la isla, en cuanto a número, se basa en la capacidad de cinco o seis grandes establecimientos mientras que el resto son de mediana o pequeña dimensión y con una oferta limitada. «Habrá establecimientos abiertos, porque es imprescindible en estas fechas que la oferta sea importante a la hora de atraer visitantes, sin embargo las perspectivas no son nada halagüeñas y la mayoría de ellos estarán bajo mínimos».