Una representación de los vecinos afectados por el caso ses Torres, entre ellos el promotor de la urbanización, Germán Vázquez, selló un pacto de no agresión con el Ayuntamiento de Santa Eulària en una reunión celebrada ayer con el alcalde Vicent Guasch en su despacho.
Este es al menos el mensaje que transmitió Antonio Recio, en nombre de las aproximadamente 200 personas afectadas, al final de la reunión, que duró casi dos horas. «La reunión ha sido positiva. Hemos llegado a la conclusión de que es mejor ir todos de la mano. Si nos ponemos en contra, aún lo retrasaremos más y no es nuestro interés», explicó. El promotor de ses Torres no quiso hacer declaraciones, al igual que el alcalde.
La licencia de obra fue una de las principales cuestiones que se pusieron sobre la mesa, aunque, según Recio, el Ayuntamiento no les pudo garantizar nada. «De momento se reservan contestar a esta petición, pero nos han dicho que tendrán en cuenta nuestro caso», indicó.
En todo caso, el portavoz de los vecinos aseguró que ahora tienen que presentar «alegaciones a la solicitud anterior de licencia, que se tendrán en cuenta porque hay unas leyes que nos amparan en eso». Recio explicó que existen una serie de problemas que bloquean la obtención de los permisos de obra, aunque evitó entrar en más detalles: «No nos interesa ahora desvelar los problemas para que nuestra relación pueda funcionar mejor. Tenemos que colaborar para tratar de solucionarlos».
Recio destacó que la reunión celebrada ayer tenía por objeto «hablar de las parcelas de gente llana, de la calle, que tiene sus ahorros depositados allí, y que, en definitiva, es la que está sufriendo el daño de todo este rollo urbanístico», sin entrar en otras cuestiones como el supuesto pacto de caballeros entre el alcalde y el promotor, así como la polémica cesión de los terrenos del actual campo de fútbol de Jesús.
El pasado 17 de febrero un grupo de 40 propietarios aproximadamente, acompañados también por el promotor, se concentraron en las puertas del Ayuntamiento con pancartas para reivindicar las licencias de obra. En esa ocasión, el alcalde no habló con ellos.