El presidente de la naviera mallorquina Iscomar, Pedro Seguí, explicó a este rotativo «las dificultades con las que se encuentra la empresa para iniciar el servicio entre Formentera y Eivissa debido a las presiones que Baleària está ejerciendo ante Ports de Balears y a los continuos cambios de frecuencias y horarios que realiza (Baleària) respecto a sus embarcaciones para no dejarnos operar con normalidad». En este sentido Seguí señaló que al necesitar el catamarán «Pitiusa Nova» el tocón de atraque que permite embarcar y desembarcar vehículos, que en la actualidad sólo emplea Baleària tanto en Formentera como en Eivissa, les están poniendo todo tipo de pegas y se les sugiere que operen desde el dique de Botafoch, según Iscomar, lo cual es absolutamente inviable para la naviera que quiere implantarse entre las Pitiüses como una oferta más.
«Hemos solicitado los correspondientes permisos a la Dirección General de Transportes, que nos han sido concedidos -resaltó Seguí-, pero nos hemos encontrado con un problema serio para conseguir atraques a través de la Autoritat Portuària». Según el mandatario de Iscomar, «la autorización para hacer la línea y los permisos están en regla, el barco está preparado para empezar a operar y aunque estamos efectuando una mejoras, nuestra intención es que dentro de una semana esté en las Pitiüses, pero sin embargo tenemos dificultades para hacerlo».
El problema básico, según Iscomar, es que la Autoritat Portuària debe pronunciarse sobre «en qué atraques nos deja operar y en qué horarios, ya que solicitamos horarios de atraque en función de los horarios que Baleària realizaba el pasado año para poder operar en los momentos en que el tacón que facilita la subida y bajada de vehículos quedara libre».