L a necesidad de vivir en una zona costera y los altos precios del material necesario para su práctica hacen que los deportes y actividades náuticas no estén al alcance de todo el mundo. Cuando se vive en Eivissa, el primero no es demasiado inconveniente; el otro tampoco. Si se recurre al mercado de ocasión uno puede encontrar embarcaciones para iniciarse en ese mundo por mucho menos dinero de lo que la mayoría piensa. Y si se acude a ferias como la que se celebra desde ayer y hasta mañana lunes en el puerto de Santa Eulària des Riu, más posibilidades de éxito. Durante todo el puente de mayo las casas más representativas del sector no sólo exponen en algo más de una veintena de estands las principales novedades de la náutica deportiva. Además, dan gran importancia al mercado de segunda mano, al que a menudo acuden los amantes del mar para adquirir el material: «La gente que viene aquí normalmente lo que busca es el chollo», dice Luis, de Ibiza Nautica. Y asegura que se encuentran. Son muchos los que se desprenden de sus embarcaciones para cambiar a otra mejor, por lo que el mercado está bastante nutrido. Por 1.200 euros es posible adquirir un barco para navegar, que a menudo llegan de casas de alquiler y escuelas que renuevan su flota.
En anteriores ediciones -esta es la decimotercera- han llegado a pasar por la muestra hasta 7.000 personas. Cifra que, según Vicent Guasch, alcalde de la localidad, no sería extraño superar este año: «En esta ocasión la feria se ha hecho un poquito más pronto para hacerla coincidir con el puente de mayo, cosa que seguramente traerá a mucha más gente de fuera. Además, cada año se supera con más estands que muestran las novedades del mercado», explica.
Lanchas neumáticas, cascos de fibra, motores fuera e intra borda, seguros y motos de agua. Uno puede salir de la feria con todo lo necesario para disfrutar del mar en pocos días. Los jet ski son algunos de los vehículos más solicitados. Desde 3.000 euros se puede adquirir uno de segunda mano con garantía. Quien ya sea experimentado tiene un amplio margen para elegir, pues también hay máquinas de gran cilindrada, aunque el precio aumenta considerablemente.
Con 350 euros se puede adquirir un pack completo formado por botas, cuerda y tabla para deslizarse sobre el agua. Pero uno de los elementos que más llamaba la atención era el sea scooter: un pequeño manillar con motor que sirve para impulsarse tanto en la superficie como debajo del agua.
En la feria también hay lugar para la solidaridad. Cruz Roja ha instalado un estand donde además de recoger donativos da a conocer agunos de los vehículos y material que utiliza para las labores de rescate en el mar. Concretamente los equipos de los buceadores y la moto de rescate que utiliza el cuerpo para dar servicio en la zona de Eivissa que va de Talamanca a playa en Bossa. Rafael García, presidente de la delegación pitiusa, destacó la importancia de la irrupción de este tipo de vehículos para ayudar a los heridos en el mar: «No es que hayan desplazado a la zodiac, pero si es cierto que son más rápidas y versátiles». Iván Muñoz