G. R.
La sede de la PIME de Formentera acogió ayer una reunión en la que
Pere Palau, presidente del Consell Insular d'Eivissa i Formentera,
Pep Mayans, conseller por la pitiusa menor y Juanma Costa, alcalde
de Formentera, intercambiaron opiniones sobre el PTI reciente
aprobado. Aunque la reunión tuvo un carácter un tanto especial por
cuanto muchos delos asistentes preguntaban, lo cual no es nuevo,
por caso especiales o particulares, según Pep Mayans, en el fondo
quedó claro que «se habían recogido muchas de las alegaciones
presentadas desde Formentera».
Para el conseller electo de la isla, «era obvio que no todas habían sido tenido en cuenta porque era imposible, sobre todo porque se trataba de casos específicos y que nada tenían que ver con el espíritu o filosofía del PTI, pero sí hubo un sentimiento de comprensión del alcance del nuevo Plan Territorial Insular».
Mayans señaló además que aunque el PTI establece unos mínimos y máximos, en el caso de Formentera ha habido determinados aspectos que se han tenido en cuenta como es el de la computación de terrenos afectados por protecciones o servidumbres, bien sea a Costas o a Carreteras, que en mayor o menor grado serán contabilizados, aunque en ellos no se pueda construir pero no perderán su valor a la hora de definir las parcelas mínimas. Mayans destacó, además, que serán, en última instancia, las Normas Subsidiarias de la isla las que acabarán de perfilar en los próximos dos años los aspectos más relevantes en cuanto a las posibilidades de construcción o necesidades imperiosas de protección de determinados espacios.
Un aspecto que Josep Mayans definió como sustancial y básico como mejora de la situación y delimitaciones y especificaciones fue que las calificaciones de rústico se revisaron teniendo en cuenta las fotografías aéreas efectuadas en 2002, que permiten una mayor concreción de la realidad y no se remiten a imágenes muy viejas que no tienen nada que ver con las circunstancias actuales.