El Consell de Govern aprobó ayer el decreto por el que se regulan las viviendas turísticas de vacaciones en Balears, que entre otros aspectos establece que este tipo de alojamientos podrán ofertar un máximo de seis dormitorios y doce plazas. Según recordó el portavoz del Govern balear y conseller de Turisme, Joan Flaquer, el decreto, un «compromiso del programa electoral del Partido Popular», tiene como objetivo la actualización de toda la normativa en la materia y una adecuación del mercado a la realidad turística.
Entre otras cosas, la norma faculta a los consells insulares para establecer el procedimiento y los requisitos específicos que han de tener este tipo de viviendas para ser clasificadas por diferentes categorías, teniendo en cuenta la ubicación, la tipología, las características y las calidades que ofrezcan. También prevé la creación de un registro de esta clase de alojamientos con dos subsecciones, una para la inscripción de los empresarios del sector y otra para la de viviendas, al tiempo que fija las condiciones mínimas necesarias para poder conseguir la autorización de la autoridad turística competente para operar. Flaquer subrayó que la nueva norma ha contado con el consenso del sector y de los consells insulares con competencias en materia de ordenación turística (Menorca y las Pitiüses). En cuanto a las viviendas turísticas de vacaciones, recordó que se trata de una figura prevista en la Ley General Turística.
José Torres, conseller de Turisme de las Pitiüses, señaló que con esta nueva normativa agilizará el proceso de registro e inscripción de nuevas viviendas.