La playa de es Pinet, en la Bahía de Sant Antoni, estuvo ayer varias horas cerrada a los bañistas a causa de un vertido de aguas fecales. El propietario de un restaurante de la zona dio la señal de alarma cuando eran ya casi las doce del mediodía a la Policía Local de Sant Josep, que trasladó dos dotaciones al lugar de los hechos y, como medida de precaución, precintó y balizó la playa. En ese momento ya estaban trabajando operarios de la empresa 'aqualia', responsable del alcantarillado en Cala de Bou, para tratar de solucionar la avería y averiguar las causas del vertido procedente de unas arquetas que había impregnado la zona de malos olores y había ensuciado de residuos parte de la arena hasta llegar al mar enturbiando el agua. Un camión extractor de bombeo de 'aqualia' y trabajadores de la compañía Herbusa trabajaron durante varias horas para limpiar completamente la zona. Asimismo, para garantizar las condiciones de salubridad, se tomaron muestras del agua para realizar análisis microbiológicos, cuyos resultados se conocerán hoy, aunque, según 'aqualia', el vertido al mar no fue importante. A las 17 horas la playa ya estaba abierta al público, la situación era de total normalidad y la administración municipal aseguraba que el agua era apta para el baño.
La empresa 'aqualia' confirmó mediante un comunicado que el origen del incidente fue la obstrucción intencionada «por parte de personas aún sin identificar» de «una arqueta de la conducción que comunica los bombeos de aguas residuales» con «piedras de 30 a 50 centímetros de tamaño», lo que impidió su normal funcionamiento y provocó que estallaran las arquetas que hay en la playa rebosando aguas fecales. Por la tarde, la avería que había causado el vertido ya se había solucionado.
El Ayuntamiento de Sant Josep aseguró, tras recibir el informe de la Policía Local, que no descarta «denunciar» los hechos y «exigir responsabilidades al autor o autores de esta desmán intencionado». Asimismo, lamentó la imagen negativa que ha producido este incidente teniendo en cuenta que se trata de «una zona turística y estamos plena temporada», a pesar de «lo rápido que se ha controlado la situación».