Un año después de la puesta en marcha del programa un Consell sin humo, se puede decir que la institución se ha desenganchado a la nicotina. Al menos, ni los trabajadores ni los ciudadanos que hacen uso de las dependencias del Consell ya no fuman en su interior. Así lo explicó ayer el conseller de Benestar Social, Vicent Serra, que, con motivo de la celebración, hoy, del Día Mundial Sin Tabaco, aseguró que en un año se ha logrado que el Consell sea un espacio sin humo, sin que ello haya supuesto ningún cambio traumático para nadie.
Es más, el 63,3 por ciento de los trabajadores que fumaban aprovecharon la puesta en marcha del programa hace ahora un año para dejar de fumar (26,6 por ciento) o, al menos, fumar menos (36,7 por ciento. Estas cifras son muy buenas si se tiene en cuenta que hace un año el 42,2 por ciento de los trabajadores del Consell fumaban. «Es una cifra muy elevada», explicó ayer en rueda de prensa Paula Villena, psicóloga del Centro de Prevención de Conductas Adictivas (CEPCA). Villena también destacó el elevado grado de aceptación de este programa, con un 81,8 por ciento de los trabajadores.