El campamento de Cala Jondal abrió sus puertas el pasado dia 4 de julio y dió la bienvendia a casi un centenar de niños provenientes de los colegios de los islas baleares para que durante una semana compartan aventuras, juegos y experiencias. Los niños tienen edades comprendidas entre los 8 y 14 años y están dividos por grupos. Cada grupo tiene su propio terreno donde acampar, pero todos juntos van a la playa por la mañana, después de desayunar y limpiar las tiendas y el campamento. Los monitores estarán durante toda la semana atendiendo las quejas y ayudando en los quehaceres que comportan el campamento. Cada cuatro monitores hay un grupo de 30 niños y así, durante 3 semanas.
El día en el campamento empieza a primera hora de la mañana; tocan diana a las 8,30 horas y media hora más tarde ya están listos para desayunar. Tanto a la hora del desayuno, como en las comidas los niños preparan la mesa y la recogen. Aina Vázquez y Pepe Rayó, de 11 y 10 años respectivamente del colegio Guillem de Montgrí, comentaron que «la comida está muy buena».
A medianoche cuando apagan las luces del campamento y los niños deben acostarse, siempre habrá más de uno que con linternas a media luz haga caso omiso de las instrucciones, y se merezca un puesto de honor fuera de la tienda de campaña.
Este año la mayor parte de los juegos van en relación con el IV Centenario de la 1ª edición del Quijote. Los acampados muestran sus habilidades haciendo talleres manuales en relación a la obra. Además de talleres y juegos, los pequeños disfrutarán de dos excursiones programadas. Un día los niños se acercarán a Can Dog y allí montarán a caballo. El sábado los pequeños irán a Aguamar.
Será hasta la playa, donde se haga una excursión nocturna para que vuelvan a surgir las dudas de si existen los gamusinos. Seres míticos escondidos entre los arbustos y escupen agua.
Patricia Esteve