Si nos acercamos hasta la plaza de detrás de la iglesia de Sant Antoni encontramos al menos una decena de puestecillos de cáracter artesanal desde las ocho de la tarde hasta cerca de la medianoche. Este mercadillo surgió de la propuesta entre comerciantes y Ayuntamiento para así dar un poco de vida al casco antiguo que está remodelado desde hace poco pero que no tiene el mismo auge que otras zonas del pueblo. «Cuando el mercadillo estaba ubicado en el paseo de ses Fonts, sí que tenía más participación y mayor apoyo; me entristece ver cómo el esfuerzo de los artesanos por ofrecer a los viandantes un poco de ilusión al pueblo, se ve truncado por la escasa respuesta de la ciudadanía», confesaba Joan Costa, natural de Eivissa.
Los stands que podemos encontrar son muy variados. Hay espacios dedicados al talle de anillos, pulseras, collares. Unos hechos a mano y otros de cerámica o vidrio y pintados y labrados personalmente. Concepción Angulo trabaja el esmalte al fuego; Johnny y Mabel se dedican a darle una forma diferente a los antiguos tenedores de alpaca; los trabajan a mano, los soldan y les agregan alguna piedra.
Muchos de estos artesanos tienen reservado algún puesto en otros espacios como puede ser en el mercadillo de Las Dalias y todos coinciden en lo mismo «Aunque la gente está contenta con lo que hacemos y les gusta nuestra oferta, las ventas no van bien», explicó uno de los comerciantes
Promoción
Gori, Chema, Roberto y Paty son los componentes de la banda Gori's
Jazz Band, que interviene cada jueves para promocionar y darle
publicidad al lugar y a este mercado artesanal. Desde el año pasado
cuentan con esta iniciativa que intentan levantar ya que, como
confesaba Gori, el promotor de la banda, «el jazz sigue siendo una
música de gusto muy personal, además de ser un reclamo de minorías.
Patricia E.