El presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de las Pitiüses, Eduardo Duque, reconoció ayer a este periódico que ningún establecimiento prohibió ayer el consumo de tabaco en el interior del local en cumplimiento de la Llei de Drogodependències i Altres Adiccions, que ayer entró en vigor en Balears. «No tengo conocimiento de que ninguno haya empezado a aplicarla, aunque no habrá más remedio que hacerlo», advirtió.
Balears es la primera comunidad del territorio español que regula el consumo del tabaco en bares y restaurantes. En concreto, la nueva normativa prohíbe fumar en centros sanitarios, educativos, centros comerciales y, entre otras salas públicas, como cines y teatros, en locales donde se elaboren o manipulen alimentos. Las discotecas y bares de copas quedan exentas de esta prohibición. «Me alegro por ellos», afirma Duque, quien pide a la administración «algo de paciencia y flexibilidad a la hora de controlar el cumplimiento de la ley y aplicar el régimen de sanciones para evitar crispación».
Los establecimientos del sector de la restauración pueden habilitar una zona reservada exclusivamente para fumadores, apartada del resto de la sala. Duque advierte de que esta ley causará un perjuicio económico al sector, aunque reconoce que «no hay más remedio que aplicarla». «Nos va a hacer daño y vamos a perder, pero hay que ponerse al día al igual que han hecho ya los irlandeses y los italianos», apunta.
El presidente del sector destaca que a la gente le gusta fumar después de comer: «Cómo le dices a un cliente después de comer una langosta que no se puede fumar un buen puro». También considera que hubiera sido más acertado retrasar la entrada en vigor de la ley al 1 de enero de 2006, tal como se había planteado inicialmente. «Ya habíamos empezado mal esta temporada para que ahora nos pongan esta piedrecita», lamenta. Duque, que tiene un negocio de restauración, afirma que ayer informó a algunos de sus clientes de la nueva ley y que estos le mostraron su sorpresa.